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@ rakoo
2025-04-11 15:07:04¿Qué es realmente la inflación? Si alguna vez has escuchado que la inflación es “la subida constante de precios”, no estás solo. Hace poco, un economista soltó esa definición en una entrevista, y otro, desde la Fundación para el Progreso (FPP), una institución que suele citar a pensadores como Mises o Hayek, repitió lo mismo. Suena lógico, ¿no? Pero están equivocados. Y ese error, aunque parezca pequeño, puede tener consecuencias catastróficas. Para entender por qué, no hace falta ir muy lejos: miremos a Argentina.
La subida de precios no es la inflación. Es solo el síntoma. La inflación, en esencia, es la pérdida del valor adquisitivo de la moneda. Confundir la causa con el efecto es como tratar una fiebre con un paño frío sin atacar la infección. Y cuando las políticas públicas se basan en esa confusión, el desastre está garantizado.
Argentina: una lección que duele Argentina es el caso de estudio perfecto. Antes de que Javier Milei llegara al poder en diciembre de 2023, la inflación en el país vecino estaba desbocada, alcanzando picos de 211% anual según datos del INDEC. El peronismo, convencido de que el problema eran los precios, implementó medidas como los “Precios Justos”, fijando topes artificiales. ¿Resultado? Escasez total. En un país famoso por su carne, los supermercados se quedaron sin ella. Los productores, enfrentados a costos que subían sin control, preferían exportar antes que vender localmente a precios que no les daban ni para cubrir gastos. Y ahí no terminó la cosa. En lugar de atacar la raíz del problema, el gobierno peronista complicó todo aún más: restringió exportaciones y creó un sistema surrealista de múltiples tipos de dólar (¡hasta uno distinto para Netflix!). Todo porque seguían peleando con el efecto, no con la causa.
¿Por qué los argentinos corrían a ahorrar en dólares y no en pesos? Porque el peso se devaluaba a una velocidad alarmante. Si la inflación fuera solo una cuestión de precios, habría afectado a todas las monedas por igual. Pero no. Como dice Milei una y otra vez, la inflación es un fenómeno monetario: demasiados billetes circulando sin respaldo o una moneda que la gente considera “de segunda” frente a otras.
¿Por qué seguimos repitiendo el error? Entonces, si la inflación es tan claramente un problema del valor de la moneda, ¿por qué seguimos escuchando que es una subida de precios? La respuesta es sencilla: culpar a otros es más fácil. Cuando se vende esa idea, los políticos pueden apuntar con el dedo a empresarios, comerciantes o “especuladores” y lavarse las manos. Es más cómodo que admitir una emisión monetaria irresponsable, un gasto público descontrolado o una pésima gestión económica. Y no faltan economistas, a veces financiados por grupos estatistas o formados en sistemas educativos que promueven esas ideas, que les hacen el coro.
Chile: por un pelo nos salvamos Este malentendido estuvo a punto de colarse en Chile. En el segundo intento de reforma constitucional, impulsado por Chile Vamos en 2023, se propuso que el Banco Central velara por la “estabilidad de precios”, no por la estabilidad del valor de la moneda. Parece un detalle técnico, ¿verdad? Pero no lo es. Ese cambio abría la puerta a políticas que podrían habernos llevado por el mismo camino que Argentina. Por suerte, aunque muchos expertos lo pasaron por alto, la ciudadanía no: la propuesta fue rechazada en las urnas con un contundente “En Contra”.
Nos salvamos, pero no porque nuestros políticos tuvieran las ideas claras. Nos salvamos porque los chilenos dijimos “basta”. Y menos mal, porque en 2024 la inflación en Chile se mantuvo controlada, rondando el 3,5% anual según el Banco Central, lejos del caos argentino. Pero no podemos confiarnos, porque esa inflación sigue siendo alta para nuestros estándares pre-pandémicos o pre-estallido social. El retiro desde las AFP convirtió activos en consumo, en otras palabras aumentó el circulante y todavía batallamos con esa inflación.
No es un “detallito” Cada vez que alguien diga que la inflación es una subida de precios o que la solución está en controlarlos, por favor, corrígelo. No es un error menor. Argentina lleva más de un año intentando salir del pozo que cavó este malentendido. Milei ha dado pasos importantes: transparentó la inflación real, ajustó el tipo de cambio para acercarse al valor de mercado y, aunque la inflación sigue alta (cerca del 50% anual a fines de 2024, según estimaciones), empieza a estabilizarse. Pero el camino es largo, y los costos de este “detallito” los pagan todos los argentinos.
¿Y ahora qué hacemos? La próxima vez que escuches a un político o un experto hablar de inflación como si fuera solo un problema de precios, no te quedes callado. Pregúntales: ¿y el valor de la moneda qué? Comparte esta historia, porque entender la inflación es el primer paso para no repetir los errores del pasado. En Chile esquivamos la bala, pero no podemos bajar la guardia. Los errores pequeños, cuando se trata de economía, terminan costándonos caro.
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